“Amo al Señor porque escucha mi voz y mi oración que pide misericordia. Debido a que él se inclina para escuchar, ¡oraré mientras tenga aliento!” Salmo 116:1-2 NTV
Orar es sin duda la batalla más grande para todas las personas, se hace difícil ser constante con el tiempo para hablar con Dios. Al no ver resultados tiramos la toalla y gastamos más energías buscando nuestras propias soluciones que orando para que sea el Señor quien solucione nuestro problema.
¿Sabes algo? Dios ha permitido que vivas lo que estás viviendo. Este es el proceso para que te prepares y seas la persona que cumpla el propósito para el cual naciste. Aunque no veas nada claro ahora, inicia o sigue con tiempo de oración porque Dios si escucha!
Tu oras, Dios actúa.
Ora mientas tengas aliento.